¿Bailamos?
Take the Lead es una película estadounidense de 2006 de drama y danza dirigida por Liz Friedlander y protagonizada por Antonio Banderas en el papel del profesor de baile Pierre Dulaine, fundador de Dancing Classrooms. También está protagonizada por Alfre Woodard, John Ortiz, Rob Brown, Yaya DaCosta, Dante Basco, Elijah Kelley y Jenna Dewan. La película se estrenó el 7 de abril de 2006. Aunque se basa en la ciudad de Nueva York, se rodó en Toronto. Se utilizaron imágenes de archivo de varios lugares de Nueva York.
Un grupo de estudiantes se prepara para un baile escolar. Rock llega con una entrada dañada y el Sr. Temple y el director James le niegan la entrada. Tras marcharse, un grupo de matones provoca a Rock para que destroce el coche del director. Cuando Pierre Dulaine entra en escena, todos huyen.
A la mañana siguiente, Pierre llega a la escuela para ver al Director. Tras explicarle que ha presenciado cómo destrozaban su coche, Pierre se ofrece a hacerse cargo del turno de detención y enseñarles bailes de salón. Ella acepta, aunque está segura de que no durará más de un día. Su primera clase va mal debido al escepticismo y a la falta de cooperación de los alumnos. Cuando Pierre regresa a la mañana siguiente, el director James le explica que la razón por la que LaRhette se había negado a bailar con Rock el día anterior era que el hermano de Rock estaba implicado en una guerra de bandas, en la que una de las víctimas fue el hermano de LaRhette.
Música de vals vienés de películas
Existen varias biopics de los reyes del vals Strauss, como Walzerkrieg (1933), de Ludwig Berger, y El gran vals (1938), de Julien Duvivier. Pero nadie utilizó “El Danubio Azul” de forma más innovadora que Stanley Kubrick en 2001: Odisea en el espacio (1968), mientras que el animador Ari Folman coreografió a Shmuel Frenkel disparando una ametralladora MAG en una calle de Beirut con el “Vals en do sostenido menor” de Chopin en Vals con Bashir (2008).
Fred Astaire y Ginger Rogers no bailaban el vals muy a menudo. Pero cuando lo hacían, era realmente memorable. Aunque su vals más puro llegaría al final de The Story of Vernon and Irene Castle (1939), la crítica de danza Arlene Croce quedó tan encantada con ‘Waltz in Swing Time’ que declaró que esta deslumbrante mezcla de ritmos cruzados, innovación y gracia: “Dos minutos y 45 segundos de delicia indescriptible”. Astaire contó con la ayuda del arreglista Robert Russell Bennett y del pianista de ensayos Hal Borne para acelerar la partitura de Jerome Kern. Aun así, aunque su genio es evidente en cada paso, no hay que olvidar: “Ginger Rogers hacía todo lo que él hacía… al revés y con tacones”.
Música para bailar
¿Qué aportan las escenas de baile a una película? Para empezar, una felicidad indescriptible. El baile empieza cuando falla el diálogo. Cuando los amantes necesitan ir más allá de la conversación, cuando los conflictos superan la negociación, cuando la alegría no puede expresarse de otra forma que saltando por los aires al son de la nota alta de un trompetista.
Con el auge de los musicales cinematográficos a principios del siglo XX, el baile se trasladó fácilmente del escenario a la pantalla, haciéndose más grande, más potente, cada vez más espectacular, y nació una duradera historia de amor con el público cinéfilo. Y aún continúa: No hay más que ver el éxito de “La La Land”, una película que sigue el molde de la edad de oro.
Hacer balance del tesoro de baile del cine para elegir los parangones era un reto irresistible. A la hora de elegir las mejores escenas de baile, me fijé en varios factores: dominio de la técnica, coreografía imaginativa, calidad de la música -esto es muy importante- y diseño y narración. Valoro más la expresión auténtica que los dobles de baile y el montaje tramposo. Pero, en el análisis final, ganó la trascendencia. ¿La danza me transporta, me da escalofríos, destila alguna verdad sobre la experiencia humana? Tanto si se trata de una obra maestra de pasos y destreza, como de un desastre intencionadamente divertido o de un paisaje onírico intrigantemente extraño, un baile que te emociona es un gran baile.
Película Vals nocturno
Los 4 mejores compiten por el título de bailarín favorito de América. Cada concursante baila un solo, entre ellos y en grupo. Benji y Travis bailan juntos por primera vez, al igual que Heidi y Donyelle.
Esta semana las rutinas de baile incluyen un giro intimidatorio. Len invita a Max, Lacey, Tony, Chelsie, Tristan, Emma, Whitney, Henry, Sasha y Anna a volver y bailar las mismas rutinas codo con codo con las estrellas.
Cher se une al programa como artista invitada y juez en ausencia de Len mientras los concursantes bailan éxitos de Cher. Además de sus rutinas individuales, los concursantes tienen que prepararse para bailar cualquiera de los tres estilos en un cara a cara.
En las colinas de Steiermark, Mickela aprende las tradiciones del Schuhplattler. La temporada de baile en Viena, Austria, emula el ostentoso estilo de vida de la dinastía imperial de los Habsburgo con sus tradicionales valses vieneses.