Dance with the devil true story
Una de mis sagas favoritas de San Antonio tiene que ver con un dudoso personaje conocido como el Diablo Bailarín. Según muchos antiguos residentes, así como artículos de periódicos de la época, un joven apuesto y gallardo (el guapo) vestido todo de blanco entró en El Camaroncito Night Club, en la antigua carretera 90, una noche de Halloween de 1975.
En algunas versiones de la historia, sus pies se habían convertido en pezuñas de cabra (quizá parientes de la Dama del Asno). En cualquier caso, era una mala señal, ya que los asistentes estaban seguros de encontrarse en presencia del mismísimo diablo. Tras un incómodo silencio, el hombre corrió (o tal vez galopó) hacia el aseo de caballeros, donde desapareció por una ventana abierta. A su paso dejó una nube de humo impregnada de un fuerte olor sulfúrico, sin duda la clásica tarjeta de visita del cornudo y bífido.
Si saca el tema a colación en compañía de veteranos, seguramente encontrará a alguien que le dirá que conocía a alguien que estuvo allí aquella fatídica noche y que el incidente ocurrió realmente. A lo largo de los años, el viejo edificio ha cambiado de manos en numerosas ocasiones y, más recientemente, fue un club de caballeros. Algunos antiguos empleados afirman que el lugar está embrujado y que aún huele a azufre. – Ken Gerhard
¿Qué dice el refrán sobre bailar con el diablo?
¿Bailar con el diablo es una metáfora?
=”Bailar con el diablo” es una metáfora de vender tu alma al diablo. Así que una vez que te acercas al diablo, nunca podrás escapar de él.
¿Hay una película bailando con el diablo?
Bailando con el diablo (2009) – IMDb.
Boccaccio 2000
La cita se refiere al poder del folclore: historias contadas de persona a persona. Con el tiempo, esas historias se convierten en parte de la cultura, y a menudo sobreviven mucho más tiempo que los narradores que ayudan a mantenerlas vivas.
El cuento popular “El diablo en la discoteca” o “El diablo en el baile” gira en torno a una joven a la que le gustaba salir los fines de semana y, a pesar de las advertencias de sus padres de que no saliera en Semana Santa, acabó en Boccaccio’s -la discoteca más popular de McAllen- la noche del Viernes Santo de 1979.
Se desató el caos. En algunas versiones de la historia, la chica tenía quemaduras donde el diablo la tocó. Otras versiones afirman que la chica murió en el acto, mientras que otras dicen que la chica enloqueció y sigue viva y viviendo en el Valle, esperando a que vuelva su apuesto desconocido.
“La otra es que, en aquella época, Boccaccio’s 2000 era conocido por sus extravagantes bromas o actividades para llamar la atención, y es posible que lo escenificaran todo para que la gente recordara este suceso”, explica.
El diablo.en el salón de baile
La leyenda urbana tejana de la chica que baila con el diablo se extiende por los espacios del sur de Texas desde hace casi 40 años. Es una historia que juega con la conocida advertencia de tener cuidado con los extraños, pero más allá del cuento refleja los valores de la gente del sur de Texas y las lecciones de precaución a los jóvenes.
Se dice que la historia ocurrió en el club nocturno El Camaroncito, en la antigua carretera 90. Esa misma noche un hombre apuesto entró en el club. Se dice que el hombre era excepcionalmente guapo, iba elegantemente vestido y era un bailarín fabuloso. Esa noche sacó a bailar a una chica con un vestido blanco y bailó con ella mientras la noche avanzaba. Sin embargo, las cosas dieron un giro espantoso cuando la chica le miró por casualidad a los pies. La mujer gritó aterrorizada al ver sus pies, se soltó del agarre del hombre y empezó a señalar frenéticamente hacia abajo. Allí los clientes vieron al apuesto hombre de pie con los horribles pies de pezuñas de cabra. El hombre, en medio de los gritos, corrió rápidamente hacia el aseo de caballeros. Los clientes le persiguieron y se dieron cuenta de que había desaparecido. A su paso, dejaba una nube de humo y el olor impregnado de azufre.
Bailando con el diablo
La leyenda de Rose Latulipe, también conocida como La leyenda del diablo en el baile y La leyenda de la bella bailarina, es una leyenda francocanadiense (quebequense y acadiana), del siglo XVIII. Existen más de 200 versiones diferentes de la leyenda. La versión más conocida fue escrita por Philippe-Joseph Aubert de Gaspé, en 1837, en Le chercheur de trésor ou l’influence d’un livre.
Esta versión cuenta la historia de Rose Latulipe, una joven frívola a la que le encantaba bailar. La noche del carnaval, un desconocido se presenta en casa de los Latulipe y baila con Rose hasta el filo de la medianoche. El desconocido resultó ser el Diablo. Según algunas versiones, el Diablo desapareció, llevándose a Rose con él al Infierno. Según otras versiones, el cura del pueblo intervino, salvándola. Posteriormente ingresaría en un convento y moriría unos años más tarde.
La leyenda es uno de los muchos ejemplos del folclore francocanadiense de niñas que “bailan con el diablo”. Es posible que estas historias sirvieran de advertencia a las jóvenes sobre los peligros de bailar con extraños que podrían ser criminales, especialmente durante la Cuaresma o los domingos[1].